Motivación para el estudio, el tema de motivar a los hijos no es sencillo para el estudio, pues para ellos implica tiempo, tiempo que desean para hacer otras cosas, entiéndase jugar, ver televisión, enviar mensajes de texto, oír música, chatear, en fin, la gama de distractores es tan amplia que es difícil poder mantener una estrategia que se sostenga en el tiempo, pues la batalla contra estos distractores, sin contar con actitudes negativas hacia el repaso como aburrimiento, desinterés, atención dispersa, falta de una rutina, etc, son un conjunto de variables que afectan las actitudes de autonomía para el estudio.
Esto quiere decir que todo está perdido, pues no, pero los padres deben ser creativos, consistentes y coherentes en lo que a este tema se refiere para no crear patrones de resistencia que hacen de la relación con los hijos una constante tensión durante el año escolar. Veamos en detalle, los tópicos de creatividad, consistencia y coherencia.
Creatividad.
Hace referencia a la capacidad de crear formas de comunicación en los hijos que creen empatía, es decir, que los hijos se sientan movidos a la reflexión y no a la confrontación, para ello es bueno notar y conocer a fondo que actitudes tiene su hijo frente al estudio, si tiene varios hijos, debe conocerlos a cada uno, para personalizar estrategias que ayuden primero a la comunicación.
Esto por qué, bueno una vez que los hijos reconocen que el padre entiende y conoce su forma de estudio, puede proponer y exigir una forma de estudio que le sea adecuada a cada hijo, de forma que no le resultará tan molesta al chico, por ejemplo, si el chico es rápido y logra trabajar con mucha efectividad, sentarlo dos horas no es lo más adecuado, pero si se tiene un hijo que es más lento, lo importante es que se respete el ritmo de cada uno.
Pero la creatividad va más allá, aparte de la identificación de la forma o actitud de estudio de cada hijo, para una excelente motivación para el estudio es bueno que también se haga un buen diagnóstico del clima familiar, si éste es ruidoso, desorganizado, lo primero es tratar de crear un ambiente que favorezca el estudio, es decir definir horas en las que la familia no vea televisión, hacer horarios, crear espacios de trabajo, buscar ambientes iluminados, ayudarles a los hijos a organizar el material mediante estantes, cajitas, folders, y demás.
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Además…
Otra cosas en la motivación para el estudio es crear normas, para evitar hablar de ellas constantemente, se pueden hacer rótulos, crear un programa de incentivos, es decir darles premios o consecuencias de acuerdo con el cumplimiento o no.
Para ello es bueno hacer reuniones familiares y que los chicos se sientan parte del proceso, para que asuman su cuota de responsabilidad, con esto lo que se pretende es que haya mayor consciencia de compromiso y reciprocidad. Es importante que se cuide el lenguaje que no suene a imposición, todo lo contrario lo que se busca es cooperación.
Consistencia y coherencia.
Son dos palabras claves de este proceso, que implican a todos los miembros de la familia, si el padre asume la responsabilidad de supervisar, no hay escusas, es decir, debe hacerlo, pues si éste se da permiso de faltar a los acuerdos, los hijos pierden la imagen de los padres como un referente moral y de autoridad.
La coherencia y la consistencia, tienen implícito el compromiso, es decir los padres, deben velar por cumplir en cuanto premios, consecuencias, compromisos, si se negocio algo debe cumplirse, por eso es bueno que toda oferta que se haga a los hijos sea proporcional al esfuerzo y el compromiso de estos, pero que también este dentro de las posibilidades materiales, de tiempo, y dedicación.
En la motivación para el estudio si los padres asumen un buen ejemplo, los hijos tendrán no solo un referente de autoridad, sino también un modelo a seguir, por ejemplo, si los padres dicen, que mientras los hijos estudien nadie ve televisión así debe ser, es más podrían leer un libro, hacer crucigramas o algo que implique trabajo mental, para que estos vean que la familia tiene un ritmo similar, así es más fácil, para los chicos entender que las cosas están cambiando. ¡Inténtenlo! No es fácil, pero puede ser un bello cambio en la vida de la familia.