Cuando hablamos de confianza, o de recuperar la confianza, podemos pensar en muchas cosas, pero quiero centrarme en un aspecto básico: “Coherencia entre lo expresado y lo actuado”.
La confianza, como proceso es el resultado de nuestras acciones. La desconfianza es la consecuencia lógica de nuestras inconsistencias a lo largo del tiempo.
No obstante, hay que tener cuidado, porque también si la contraparte, en una relación de pareja, es una persona cuyas inseguridades y miedos subyacen, como norma de interpretación, ante cualquier situación.

Esto crea que tenga un problema de confianza, no por lo que su pareja hace, sino por lo que se imagina, pero este no será el fondo del artículo, les prometo abordarlo en una próxima entrega.
Si te interesan los temas de desarrollo personal, te dejo este otro artículo por acá: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/10-claves-de-la-sana-autoestima/.
Hablar de confianza, es hablar de estabilidad y crecimiento en una relación ¿Cómo hacerlo?
Acuerdos
Éste es un elemento central para la recuperación de la confianza. En principio, en una relación son dos adultos.
Por tanto, una vez que se ha analizado una situación, se ha llegado a una conclusión, lo que procede es establecer un acuerdo.
Éste se asume como propio, no hay necesidad de que tu pareja tenga que estarte recordando, lo que debes hacer o no ¡Ya hay un acuerdo!
Los acuerdos hacen que la otra persona te vea como alguien confiable, cuando te comprometés a hacer lo que te corresponde desaparecen las dudas ¿Vos estas comprometido(a) con el cambio y los acuerdos?
Escucha
Un acuerdo se tiene que establecer, sobre la base de una muy buena comunicación. Esto requiere tener una escucha sana, para poder establecer el grado de importancia de lo que uno u otro manifiesta y el por qué es importante para la otra persona.
Pero sobre todo, cómo los beneficia a los dos hacer cambios. Una escucha sana es aquella que valora lo positivo de cada situación, ve los beneficios y en lugar de entrar en justificaciones, explicaciones, cada uno se permite integrar lo que es importante para uno u otro y desde ahí establecer sanos acuerdos.
Una forma de crecer, es aprender a manejar la crítica constructiva, te cuento cómo acá: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/aceptar-critica-constructiva/.
Consistencia
Establecer confianza, implica coherencia, esto no requiere actos heroicos o grandes explicaciones.
Lo que requiere es dos personas que asumen una posición, en la que ninguno de los dos tiene que estar supervisando, recordando, hablando una y otra vez de lo mismo, para que la otra persona asuma.
La consistencia implica escuchar lo que nos hace bien, definir acciones y ejecutarlas, es decir, desarrollar un amplio sentido de responsabilidad individual que permita poder ver, sentir y palpar cómo cada uno se compromete.
La consistencia evita las dudas, los miedos y fortalece la motivación para seguir juntos.
Aquí y ahora
Las cosas en la vida tienen un presente, no vale la pena estar todo el tiempo lamentándose por las cosas que no se hicieron, o estar esperando que sucedan.
Si ante una situación, hay una escucha sana, se establecen acuerdos, hay consistencia, ayuda a crear confianza cuando las cosas se hacen ¡ya! ¡hoy, aquí y ahora!
De manera tal, que en el presente podamos experimentar un crecimiento personal y como pareja, en la medida que todo lo que hemos definido qué nos afecta se corrige, en el día a día de la relación.
Si se ha hablado de hacer un cambio para crecer, lo que procede es pasar a la acción. Sin tanto giro, todo con el objetivo de ver y experimentar los beneficios que trae.
Tener una posición activa y comprometida en el cambio, como una acción, y no como una promesa, definitivamente nos lleva a estar mejor
Adaptación
Toda pareja es dinámica, cambia con el paso del tiempo, además cambia por el impacto de las diferentes circunstancias que tenemos que enfrentar.
Ayuda mucho a la recuperación de la confianza, que haya una estructura consciente, para revisar, analizar y dialogar las cosas de forma constante y frecuente. Para adaptarnos a los nuevos retos, a los requerimientos propios de cada etapa en la vida de una relación.
La adaptación requiere dos personas capaces de escuchar, analizar, pensar y modificar todo lo que sea necesario para estar mejor.
La interpretación de todo este proceso, debe ser el crecimiento personal y la construcción de la paz. No el capricho, el miedo, que nada aporta.

Adaptarse implica:
- Aprender a dialogar con argumentos.
- Un buen tono y un buen gesto, alejados de los reclamos tontos y de las emociones desordenadas.
- Requiere una conciencia creativa y propositiva, para procurar una frecuencia empática.
Cuando cada miembro de la relación, proyecta su crecimiento personal, esto genera estabilidad y fortalece la confianza.
Límites personales
La vida en pareja pasa por una fuerte necesidad de integración, ambos deben funcionar sus expectativas personales en un proyecto en común.
Por tanto, se vuelve importantísimo que ambos tengan apertura para ponerse límites personales, que les permita hacer a un lado todas aquellas conductas, ideas o decisiones, que puedan afectar una vida en pareja.
No se trata de renunciar a la individualidad, pues es la esencia que nos es propia, todo lo contrario, se trata de preservar nuestra identidad al máximo.
Pero dejando de lado todas aquellas cosas que pueden afectar a nuestra vida en pareja, sito algunos ejemplos:
- Pensemos en la persona que es muy irresponsable en el manejo de los dineros, ésta se compromete para dejarse ayudar, por tanto, acepta que haya mayor transparencia en las finanzas personales y respeto a los acuerdos financieros de la pareja, esto para despejar dudas y miedos, si no lo hace así, cómo se va a construir la confianza.
- Hay una persona con problemas de alcohol, en virtud de tener una vida de pareja sana, se permite aceptar que tiene un problema, buscar ayuda, cambiar de amigos, se aleja de los bares, deja de comprar o consumir alcohol. Es decir asume un cambio real, esto crea confianza.
- Uno de los dos tiene un problema importante de carácter explosivo, es complicado, es reactivo. Acepta que tiene un problema, busca ayuda y se compromete a buscar una terapia de modificación de conducta que le haga tener una expresión más sana en el manejo de sus emociones. Esto crea confianza.
Te invito a revisar este video, en él hacemos el constraste de dos frases, una cosa es ser agradable y otra es ser estable.
Revisemos la conducta individual
Ejemplos habrá miles, lo que quiero plantear es que cuando una conducta individual genera problemas, ya se ha discutido en pareja, se ha visto el cómo nos afecta.
Pero a la misma vez se visualiza cómo se podría mejorar, si cada uno acepta sus cuotas de responsabilidad, en lugar de culpabilizarse el uno al otro, o justificar su posición.
Todo esto para concentrarse efectivamente en el cambio, cuando éste se experimenta, esto fortalece la confianza.
Evaluación y contrastes con el pasado
En los procesos de construcción o recuperación de la confianza, una vez que se ha establecido un plan de relación, un proyecto de vida, e incluso un proyecto de crecimiento personal, es válido hablar sobre esto tantas veces como sea necesario.
Pero hacer una evaluación, es para ver el nivel de consistencia y considerar que hemos creado nuevos límites personales para romper los círculos de dificultades.
Ésta evaluación, para que sea sana, tiene que ser sobre el presente, es decir sobre los avances que se van experimentando, sobre el crecimiento y el bienestar.
Se hace para ver si efectivamente hay un cambio positivo, no se puede estar analizando todo y revisándolo todo desde el pasado.
Porque esto frustra, tensa, así que el reto es evitar sacar trapos sucios, dejar el pasado atrás, concentrarse en las cosas que están saliendo bien, y que sea el sentido de bienestar el que permita asumir un compromiso hoy.
Objetividad y diálogo constructivo
En la construcción de la confianza, es de vital importancia que podamos hablar con objetividad, esto implica abrir la boca desde un argumento sano, que le dé cuerpo a tus expresiones.
Cuando se ha pasado por procesos que rompen la confianza, muchas veces se habla desde miedo, el capricho, la impulsividad, la ira, el enojo, el resentimiento, los deseos de venganza.
Mientras ésta sea la lógica que motive la comunicación, de frente sólo nos quedan discusiones.
No se puede hablar desde las emociones desordenadas, o desde que lo que yo creo que debería ser, o lo que imagino que está pasando. Hay que tener sanos argumentos.
Esto evita caer en procesos en los que se crean círculos viciosos. Aprender a hablar desde la objetividad y con buen fundamento, hace que:
- El tono de nuestras palabras sea el ideal en una conversación.
- La expresión de nuestro rostro invita el diálogo.
- Nuestras palabras son menos hirientes.
- Se experimentan mayores beneficios y esto es fundamental en la construcción de la confianza.
La construcción de la confianza es un proceso de todos los días
Cuando se está en una relación de pareja, ambos son conscientes de que el objetivo de estar juntos es pasarla bien, entonces trabajar en la construcción de la confianza, tiene efectos positivos, pues confiar implica sentirse en paz y esto permite:
- Una sensación de libertad, para poder expresarse sin temor.
- Motiva a ambos para que haya expresiones de afecto, libres, cálidas y cercanas.
- Rompe con las ideas que nos dan vueltas en la cabeza, que fortalecen nuestros miedos.
- Limita la sensación de frustración, en el tanto a través de la comunicación, los acuerdos pueden resolver todo lo que nos roba la paz.
- Posibilita una comunicación constructiva, en el tanto, hay escucha y actitudes que nos hacen creer.
- Se experimenta lo positivo, se puede ver, sentir, por tanto, hay credibilidad.
El reto es que no se le tenga que estar diciendo a la otra persona lo que debe hacer. Cada uno asume lo suyo, y lo hace.
Así que desaparecen las inhibiciones y cada uno puede ser auténtico, abierto, decir, pensar y actuar las cosas como le son propias, en el tanto, se siente cómodo, cómoda, confiado(a) en su pareja.
Quizá te interese ampliar el tema con este audio, para confiar en vos, tenés que ser estable y esto te hace una persona fácil o difícil.
¿Vos sos el creador de la confianza o de la desconfianza?
Éste es el elemento central, el más importante de todo este proceso:
- ¿Vos actúas como una persona con la que vale la pena estar?
- ¿Tenés una escucha productiva?
- ¿Has asumido los compromisos sin la necesidad de que te lo estén recordando?
- ¿Te permitís modificar todo aquello que no nos hace bien?
- ¿Hay una buena disposición de tu parte para crecer?
Preguntas podemos hacer muchas, el tema central sería ¿Estar a tu lado vale la pena? En el tanto, le haces bien a la otra persona.
Ahora, si no le hacés bien ¿estas dispuesto(a) a cambiar? Si esto es así, además se ve y se siente, entonces, vale la pena, se puede confiar.
Pero si para estar con vos, hay que rogar y esperar un gran milagro para que te transformés en una persona con la que se pueda vivir en paz y serenidad, posiblemente estar a tu lado no tenga sentido.
Espero que esta reflexión te ayude, te mando un gran abrazo, y nos vemos muy pronto.
Además te invito a visitar esta página, tiene una ampliación de este tema: https://es.wikihow.com/construir-confianza.
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Dr. Rafael Ramos
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