Vamos con esto primero:
- ¿Estás donde realmente querés estar?
- ¿Tu vida tiene el color que vos querés?
- ¿Tus decisiones te permiten sentirte realizado(a)?
Creo que estas preguntas son una clave importante para iniciar nuestro análisis, y sí tu respuesta es no a cada una de ellas, es posible que estés en una zona de confort, en la que tus sueños e ilusiones se diluyen.
Éste es un concepto, “zona de confort”, ampliamente desarrollado, no es fácil de digerir, porque en el fondo “zona de confort”, significa que vos estás en una posición en la que podés sentir y darte cuenta que no estás pleno(a). Creo que este otro tema te puede interesar: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/como-abrirse-a-nuevas-ideas-y-formas-de-ser/.
Pero tratás de convencerte todos los días de que este es tu lugar, lo cual no es cierto, pues en la medida que te das cuenta que tu sentimiento, realización es relativo, algo no anda bien, no importa todas las cosas que te digás para convencerte de lo contrario ¡Vos lo sabés, no estás bien!
Zona de confort, significa que estas estancado, que tenés sueños que no se organizan, se dejan pasar, y se diluyen con el paso de los días, mientras la rutina y la monotonía de nuestra historia se repite una y otra vez. Una zona de confort, es:
- Obligarnos a estar cómodos con algo que no nos realiza.
- Es estar pegados en un conjunto de decisiones que no nos hacen del todo felices.
- Implica luchar todos los días con una voz interna que nos dice “salí de ahí”, “hacé las cosas mejor”, pero por miedo, inseguridad, pereza, falta de disciplina, simplemente la omitimos y la evadimos.
¿Cómo salir de una zona de confort?
Todos tenemos que evolucionar.
Hay que entender que los seres humanos evolucionamos en cada etapa de la vida, cada año nuestras necesidades cambian.
Nuestra historia se modifica, esto tiene que implicar abrazar el cambio con motivación, fuerza, pasión, para crecer y mejorar.
Pero hay quienes se estancan a lo largo de muchos años: En el amor, en lo académico, en lo económico, en lo social, en lo afectivo, sin cuestionarse:
- ¿Cómo mejorar?
- ¿Cómo hacernos bien a nosotros mismos?
- ¿Cómo hacer las cosas mejor?
- ¿Cómo sentirnos más plenos?
Tenés que hacerte estas preguntas, cuestionarte a fondo y darte cuenta que responder estas preguntas es importante, no importa cuánto te cueste, tenés que hacerte estas preguntas.
Ahora, salir de la zona de confort, no significa rechazar, botar todo, tirar toda nuestra experiencia, es partir de lo que tenemos, de lo que hacemos, es partir de lo que somos.
Desde ahí replantearnos la vida, veámoslo así:
- Estás aburrido en tu trabajo ¿qué vas a hacer?
- Tu relación de pareja no te hace feliz ¿qué vas a hacer?
- La relación con tus hijos no está del todo bien ¿qué vas a hacer?
- Tu vida social no funciona al 100% ¿qué vas a hacer?
- Sentís que tus conocimientos no te capacitan para los nuevos retos ¿qué vas a hacer?
- Considerás que todo te da pereza y estás desmotivado, desmotivada ¿qué vas a hacer?
Salir de la zona de confort, implica analizar nuestras decisiones, a partir de los sentimientos de insatisfacción y no quedarnos en ellos, haciendo una lectura de frustración. Quizá podas revisar este otro artículo: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/efectos-negativos-mente-negativa/.
Sino que tenemos que ver la insatisfacción y la incomodidad como una oportunidad para reinventarnos, de esta manera identificar muy bien acciones específicas para ir modificando poco a poco nuestra vida.
Dejá de pensar en lo mismo, sin actuar.
Cuando estamos atrapados en una zona de confort, es muy posible de que estemos acostumbrados a girar una y otra vez sobre nuestros mismos ejes, los mismos círculos ¡Cuidado!
Que esto no nos haga pensar que no es posible cambiar, es posible que no sepamos qué hacer, o que nos estanquemos en un enorme mar de dudas.
Creo que uno de los elementos importantes para dejar nuestra zona de confort, es buscar apoyo, guía y orientación, de forma tal que reconociendo nuestra parálisis, aburrimiento y estancamiento, alguien nos pueda decir empecemos por aquí, y que nos ayude a hacer un plan B.
Un plan, claro está, cargado de estrategias para que esto contribuya en una primera etapa al menos a pensar de forma positiva, conscientes de que podemos crecer y modificar nuestra historia.
Este primer paso puede implicar una fuerte resistencia a lo que sentimos, pensamos y queremos, porque resulta que tenemos que aceptar y abrir la mente, reconocer que tal vez somos nosotros los que hemos vivido presos de nuestras justificaciones sin sentido.
Quizá nos demos cuenta que nos hemos dedicado posiblemente a ver nuestra vida desde una marcada lamentación y rindiéndole tributo a la frustración, cosa que nos hace resistirnos al cambio, simplemente porque nos da miedo o nos da pereza enfrentarlo.
Retomá sueños e ilusiones, pero con acciones.
Salir de la zona de confort implica retomar sueños y abrazar nuestras virtudes, y partir de un principio, todos tenemos capacidades, pero para que éstas se desarrollen:
- Tenemos que ser personas activas y profundamente dinámicas.
- Tenemos que ser personas exigentes y animadas.
- Tenemos que ponerle el nombre correcto a las cosas, a veces nos especializamos en automentirnos, cosa que en nada beneficia nuestro crecimiento personal ¿qué sentido tiene todo?
Reconocer nuestras virtudes, es tener claro “qué tengo yo”, para enfrentar el mundo:
- ¿Qué capacidades tengo que desarrollar?
- ¿Qué cosas me hacen a mi único y especial?
- ¿Qué conocimientos me pueden abrir puertas?
- ¿Qué conductas son mi arma secreta para la vida?
Todo esto sin entrar en un proceso de lamentaciones, esto implica trabajar en tu auto percepción, en tu autovalía, en tu seguridad interna, para luego lanzarnos a la vida.
Reconocer tus virtudes, exige, ponerse a trabajar, pero no podés andar por la vida pensando, “sé que yo puedo, pero”:
- No sé cómo hacerlo.
- Me asusta, entonces no hago nada.
- No tengo tiempo, por eso mejor me espero.
- No tengo oportunidades, los demás tienen más suerte.
- No sé cuándo empezar, estoy atrapado en mi vida.
Nada de esto, tenés virtudes, ahora a ponerlas a trabajar ¿no sabes cómo?, para eso hay que buscar ayuda, porque la vida se pasa. Tomar decisiones es clave, te invito a leer este otro artículo: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/herramientas-tomar-decisiones-sanas/.
Tenés virtudes, hay que ponerlas a producir sin tanta justificación o sin tanta complicación, porque al final te estancás en tu zona de confort.
Trazá un norte, un objetivo.
¿Dónde querés estar? Responder esta pregunta te da un norte, buscar esta respuesta es una fuente de motivación inagotable:
- ¿Querés estar mejor de salud, qué vas a hacer?
- ¿Querés menos peso, qué vas a hacer?
- ¿Querés una mejor posición laboral, qué vas a hacer?
- ¿Querés mejorar tu relación de pareja, qué vas a hacer?
Todo esto es clave, porque cuando definís un área de cambio, a partir de ahí trazás un plan, te abrís a buscar la orientación para mejorar esa situación.
Entonces podemos hacer acciones específicas, tener muy claro el cómo, el cuándo, de qué manera, el por qué y el para qué, de todas estas acciones que van a generar salir de esa zona de confort.
El cambio es paso a paso.
Esto va construyendo el cambio, porque otro elemento fundamental para salir de la zona de confort, es que no podemos caer en el engaño de los grandes cambios.
Salir de la zona de confort implica micro cambios, que van construyendo poco a poco esa transformación integral que vos querés para tu vida.
Los microcambios son acciones específicas, sostenidas, que van gestando esa transformación que vos querés, y en la medida que avanzás paso a paso, se convierte en algo realmente positivo en tu vida, lo que alimenta la motivación para avanzar.
Procurá buscar tu satisfacción.
Tenés que ver el proceso de cambio con satisfacción, para salir de la zona de confort, porque otro gran engaño es que queremos sentirnos mejor hasta que alcancemos el objetivo final.
Es cierto, el objetivo es la gran meta, pero pensemos en la persona que estudia, tarea a tarea, examen por examen, materia por materia, trabajo tras trabajo, cada vez está más cerca, de esta forma se construyen las grandes transformaciones.
El gran objetivo, está lleno de pequeños objetivos, que se traducen en momentos de alegría, que van construyendo la felicidad, que se alimenta con cada avance.
Esto es de vital importancia, cada paso es un cambio, cada paso es una transformación, cada paso es una elección, que nos ayuda a modificar nuestra vida desde una óptica muy diferente, la satisfacción.
Es ahí, donde vos y yo estamos llamados a comprender que el proceso, ya en sí mismo, es satisfacción y que el resultado final vendrá como la suma de estos pequeños pasos que te permiten replantear tu historia.
La estabilidad emocional juega un papel importante en la toma de decisiones, te comparto este video:
Nada de prestarle atención a lo negativo.
Un elemento central para salir de la zona de confort, es evitar prestarle atención a todos los elementos negativos, a lo complicado.
Habrá cosas en este camino que van a salir mal, pues siendo realistas, teniendo un foco claro, las cosas no son perfectas, muchas no son fáciles.
El inicio del cambio va a significar un proceso motivacional muy fuerte, posiblemente damos los primeros pasos con grandes alegrías en el corazón, y progresivamente nos vamos a topar con la dificultad, con la tensión, con la complicación, que nos va de nuevo a llevar a la tentación de quedarnos en la zona de confort.
Que nos va a boicotear las ganas de seguir adelante, que nos va a llevar a justificar una y otra vez lo que estamos haciendo, por un lado tu mente te va a decir “vez te lo dije, para qué te metés en esto”, pero otra parte de tu mente te dirá “mira es normal, esto es posible”
Revisá tus estrategias, ahí empieza un debate interno, que vos tenés que resolver, que vos tenés que sanar y que tenés que permitirte efectivamente modificar, porque huir no es una opción.
- El cambio es un proceso que vos tenés que abrazar.
- El cambio es un proceso que no te tiene porque asustar.
- Algunas cosas van a salir mal, esto no significa que estés haciéndolo todo mal.
Puede que no tengás la información correcta, puede que te haya faltado algo de reflexión y análisis, podría ser que la impulsividad haya tomado el control, quizá has metido cabeza en una idea sin sentido, solo revisá, replanteá y avanzá.
Por otro lado, posiblemente tal vez, te metiste en algo sin tener toda la preparación, no importa cuál sea la razón por la que te está saliendo mal, el reto es tener la capacidad de decirte a vos mismo “esto no está bien, mejoremos, busquemos información”.
Una clave importante para el cambio es tener un sano lenguaje interno te comparto esta entrevista con Marisa Gallardo, esto te puede ayudar a ampliar el tema:
Nunca te permitás alejarte de la posibilidad de salir de la zona de confort, recordá que todo se puede a través de los micro cambios, la satisfacción es un proceso de cambio, la sensación de logro es saber que estamos avanzando, quizá con pasos muy pequeños, pero avanzando.
En definitiva, salir de la zona de confort, es una decisión personal, espero que esta reflexión te ayude a darte cuenta qué, si estás ahí, eso también es una decisión tuya, que tu historia es un reflejo de vos mismo, de tus decisiones y que tenés que permitirte hacer las modificaciones necesarias para evitar que la vida se complique.
Espero que me dejés tus comentarios, te pido que compartás en tus redes este artículo, nos vemos pronto.