Me quiere o no me quiere, o cómo me quiere, un paso más, para qué me quiere, yo creo que estas son preguntas válidas, antes, durante y después de una relación.
Determinan en mucho, lo que va a suceder en términos de compromiso, estabilidad, planteamiento de un proyecto de vida y mucho más.
Definir si me quiere o no me quiere, determina la forma, la calidad de la relación, así que en este artículo vamos a hacernos varias preguntas, para analizar el tema a fondo.
¿Vos comprarías un objeto sin garantías?
Resulta que conocés a alguien, empezás a sentir un enorme conjunto de sentimientos, desarrollás una filiación intensa, para muchos hasta complicada porque conocen a alguien, se vinculan a nivel afectivo, llegan a considerar a esta persona esencial y fundamental.
Pero nunca se detuvieron a analizar, si esta persona me quiere o no me quiere, entonces caminan con miedos, dudas y complicaciones ¿por qué entrar al amor sin certezas? Si vos amás o te entregás, desde esta perspectiva, vas por muy mal camino.
Amar sin conocer es un juego absurdo en el tanto, se ama desde la incertidumbre. Quizá te interese este otro tema: https://rafaelramoscr.com/desarrollo-personal/como-recuperar-la-confianza-en-la-pareja/
¿Asumirías un proyecto lleno de dudas?
Tomar decisiones en la vida, cualquiera que sea, implica, tomar decisiones basado en hechos reales.
Para ello se hace un análisis de beneficios, procurando tener certeza, o al menos la mayor probabilidad de éxito y de ganancia.
Toda persona ante una situación, cualquiera que sea, debe hacer una análisis de los pros y contras, desde ahí, en teoría, debería tomar una decisión orientada a maximizar los beneficios.
En el amor es lo mismo, a veces nos enfrascamos en proyectos afectivos, con una intensidad enorme, pero con el fantasma de la inseguridad.
Desde ahí, caminamos con esta pregunta, me quiere o no me quiere, pregunta que surge ante situaciones que dejan desconcierto, por ejemplo:
- La persona habla precioso, pero no nos propone nada.
- Estás con alguien que te hace pasar muy buenos momentos, pero no hay un proyecto.
- Quizá un día preguntás ¿nosotros qué somos? Esta persona responde de forma evasiva, difusa, confusa, mientras tanto seguís alimentando tus sentimientos.

Estar bajo un esquema de inseguridad, me quiere o no me quiere, crea un pronóstico reservado.
Creo que cuando uno tiene claro que la otra persona no define hacia dónde va, qué somos, estamos claros, puede que quiera sentir bonito, quizá quiere disfrutar tu cuerpo, de pronto tiene sentimientos, pero esto no es suficiente.
El amor sano elige, define, concreta, traza objetivos, te pregunto ¿caminás con esta duda me quiere o no me quiere? ¿cuál es tu respuesta?
Este tema te puede ampliar la perspectiva: https://rafaelramoscr.com/pareja/como-reconquistar-a-tu-pareja/
¿Realmente tenés dudas, realmente estás confundido(a)?
Con frecuencia escucho personas que dicen tener dudas, sobre las pretensiones emocionales propias o de la otra persona, dudas que surgen a partir de contradicciones, entonces ¿cuál es tu duda? Veamos el caso de esta amiga.
Esther hablaba así:
Es muy extraño, estoy conociendo a una persona, lo he visto muy poco, cuando chateamos me dice te amo, me dice cosas lindísimas.
Hemos salido un par de veces, la pasamos bien, pero luego no me habla, pasan días, incluso semanas, para volvernos a encontrar.
Mientras tanto dice que me piensa todo el tiempo, que se siente muy bien conmigo, que soy lo mejor que le ha pasado en su vida. Cuando le propongo vernos dice que no puede, que no tiene tiempo.
Siempre soy yo la que toma la iniciativa de buscarlo, pero no me dice nada, y últimamente cuando hablamos, sólo me habla de sexo, yo incluso le dije que quiero algo serio, cada vez que le escribo cosas así, lo que me manda son caritas y emoticones muy raros.
Revisemos el caso de Esther
No obstante, Esther dice “quiero estar con él”. Desde ahí, desde este sentimiento defiende el hecho de querer estar con esta persona a cualquier costo.
Es claro que hay una frecuencia de contacto, quizá de simpatía en cada mensaje, ha habido un par de encuentros agradables, pero la persona tiene un patrón evasivo, no concreta, no define, adicional a esto el contenido de la comunicación tiene una fuerte y clara intención sexual.
Pero ella dice “qué raro, me quiere o no me quiere”. Ante los hechos uno toma decisiones, pareciera ser que este muchacho lo que quiere es tener sexo, ella quiere una relación ¿Es tan difícil asumir los hechos?
Grave error, asumir, esperar, tratar de entender, más aún convencer a la otra persona que asuma una frecuencia emocional que no le nace ¿vos te identificás con Esther?
Tiene sentido que ante hechos tan claros ella, vos y yo, nos preguntemos esto ¿me quiere o no me quiere? Quedando paralizados, viendo la vida pasar, obviando una realidad que nos responde claramente.
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¡Cuidado con nuestra interpretación emocional!
Cuando estamos frente a otra persona y tenemos esta duda sistemática, es más, esta pregunta ¿me quiere o no me quiere? Nos acompaña todos los días, llega un momento en el que no hay que preguntarse ¿qué le pasa la otra persona?
Hay que hacer un proceso de revisión interna, el cuestionamiento debería ser personal, y hacerse preguntas muy directas, tener el valor de respondérnoslas sin tapujos y sin miedos.
- ¿La realidad no te alcanza para definir tu situación?
- ¿Te das cuenta que insistís en evadir una realidad?
- ¿Por qué desarrollás una duda sistemática, fuera de contexto?
- ¿Tiene sentido preguntarse esto una y otra vez?
- ¿Cuál es el propósito de estar en esto?
- ¿Por qué no podés aceptar el hecho de que tenés una expectativa sobre alguien fuera de contexto?
Cuando la situación es clara, no te parece que es tu necedad la que te hace construir castillos en el aire.
Ahora, una pregunta más ¿considerás que te merecés esto? Espero que tu respuesta sea un no claro.
Te invito a ver este video ¿Estas listo(a) para entrar en una relación?
Un paso más:
- ¿Qué ganás con esta posición psicológica?
- ¿Cuántas veces has hecho esto?
- ¿Por qué alimentás expectativas que no tienen fundamento en la realidad?
- ¿Qué más necesitás para darte cuenta que esta persona no está en la misma frecuencia?
¡Asumí la realidad!
Vas por la vida caminando con una duda sistemática ¿me quiere o no me quiere? y te mientes tanto. La realidad te indica lo qué sucede, lo qué pasa se palpa.
Sí, te das cuenta, mientras tanto ¡No tomás decisiones!
Hay procesos que son muy claros, claro, es comprensible que uno se estanque, cuando una relación tiene buenos momentos, cuando hay espacios de relación que resultan profundamente gratificantes, pero ¿es esto suficiente?
Una persona, quizá por atracción, puede que a veces lo poco que recibimos, es más de lo que nos procuramos a nosotros mismos, puede que nuestra autoestima carenciada, llena de vacíos, nos haga creer que esto está bien.
Pero, en realidad en el fondo, caminamos por la tierra de la inseguridad, esto nos lleva a hablar muchas veces sobre lo mismo, a preguntarle a la otra persona ¿cuál es el plan? Pero no encontramos respuestas.
A veces levantamos la bandera, procurando una respuesta clara, concreta y directa, confrontamos la otra persona, la contradicción es la norma, pero vos seguís ahí.
¡Cuidado! Todo indica que no hay consistencia, no hay claridad, y te guste o no, vas a tener que enfrentar el hecho de asumir la realidad, tenés que dejar de pensar si ¿me quiere o no me quiere? Para tomar decisiones.
A veces es muy duro asumir la realidad. Quizá este audio te ayude a ampliar tus perspectivas.
¿Qué te pasa?
Con frecuencia confundimos tolerancia y comprensión, con permisividad, es decir tenemos una clara idea de lo que esperamos de una relación, lo que vivís no es lo que deseás.
Pero, ya has creado un vínculo con la otra persona, por muchas razones, y ese vínculo, difiere de lo que vos querés, y empezás este juego emocional inadecuado y se pasa el tiempo con esta pregunta ¿me quiere o no me quiere?
El reto es, si nosotros hemos creado una clara idea de lo que deseamos en una relación:
- En la que hemos planteado como objetivo buscar estabilidad emocional.
- Procurar objetivos comunes de desarrollo personal y como pareja.
- Desarrollar un plan de vida.
- Tazar un proyecto de convivencia.
- Tener una relación, cuya comunicación permita un claro proceso de cercanía.
- Desarrollar un proyecto con integración afectiva a nivel familiar y social.
- Asumir un proyecto de relación de pareja libre de celos, control, problemas de carácter, inestabilidad, agresión u otras expresiones complejas.
La lista podría ser enorme, lo cierto es que lo deseado, difiere de lo vivido, entonces el reto acá, no es cuestionarse si ¿me quiere o no me quiere? Es darte cuenta que si no se sincronicen las expectativas y los objetivos, el amor va a ser profundamente difuso y confuso ¡No tiene sentido desgastarse!

Vos definís tu vida
Caminar sobre un proceso de expectativas confusas, caminar con una duda sistemática, preguntarnos de forma frecuente y constante si ¿me quiere o no me quiere? Al final es una experiencia emocional que nos deja vacíos ¿qué sentido tiene hacernos esto?
Llega un momento en el que tenés que reconocer que vos sos el protagonista de tu historia. Recordá que vos definís en qué te involucrás y en qué no. Tenés derecho a dejar las dudas y decir sí o no.
A partir de lo vivido y desde esta perspectiva, el reto es trazar un plan de vida, a vos te toca ¡No te permitas vivir en la tierra de la confusión!
Por encima de cualquier emoción positiva, transitoria, basada en que vivís algunos buenos momentos. Vos sabés que tarde o temprano vas a estar de cara a la frustración, en el tanto de forma obstinada e ilusa, seguís esperando que algo mágico suceda.
Espero que esta reflexión te ayude, te mando un gran abrazo y te invito a compartir este material en tus redes sociales, nos vemos pronto.
Antes de terminar te invito a revisar este artículo de un blog amigo: https://psicologiaymente.com/pareja/como-saber-cuando-alguien-no-te-quiere
Dr. Rafael Ramos.
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