Estar en una relación, siempre va a suponer realización. Éste es el principio básico sobre el cual una persona puede sostenerse y mantenerse, en una relación. Este puede usarse como norma para terminar con una relación que nos hace daño.
Se debe tener en cuenta, que el bienestar es la norma. Esto implica básicamente la construcción de bienestar a todo nivel: Emocional, social, financiero, interpersonales, etc. No obstante, si yo no quiero estar ahí, aún cuando sé que no funciona , podemos caer en el juego de decirnos mentiras para no terminar con una relación que nos hace daño.
- ¿Por qué nos hacemos esto?
- ¿Cuál es el propósito de vivir bajo este esquema?
- ¿Qué impacto tiene decirnos mentiras para no terminar una relación que nos hace daño?
Lo vamos a ver a fondo en este comentario.
Antes te dejo este otro tema por acá: https://rafaelramoscr.com/pareja/terminamos-pero-ninguno-de-los-dos-se-quiere-ir/
Ajuste de realidad.
Se vuelve importantísimo caer en la cuenta de qué si una relación realmente no funciona y hemos agotado todas las vías de solución. Pues es una relación que se reporta a una estructura de diálogo que no permite establecer soluciones y acuerdos ¿Qué sentido tiene?
Quedarnos ¿Sí o No? Únicamente, porque deseamos que funcione. Pero sabemos por el día a día que no es así. Esto no tiene mucha lógica. Quizá nos sostenemos, por mentiras que nos decimos para no terminar una relación. Ahora:
- ¿Qué pasa con tu tiempo?
- ¿Tu vida?
- ¿A qué costo?
- ¿Esto es lo que te merecés?
Ciertamente no es fácil, porque luego de una historia, proyectos e ilusiones. Darse cuenta que no funciona duele. El cambio va suponer enfrentar una realidad que nos asusta, no es agradable a diferentes niveles, pero es real
Está es la situación “No sos feliz, y el cambio no llegó”, “Es momento de tomar decisiones” ¿Sos consciente de que las cosas no funcionan? Quizá sea momento de liberarse ¿has tratado de resolver las cosas? ¿Te sentís solo(a) en la búsqueda de mejoras?
Este otro artículo te puede ampliar la perspectiva: https://rafaelramoscr.com/pareja/un-amor-desgastante/

Resistencia al cambio.
Éste es uno de los elementos que más nos llevan a decirnos no terminar con una relación que nos hace daño. Puesto que muchas veces, vemos el cambio desde una lectura de incertidumbre. Nos da mucho miedo iniciar una nueva etapa de vida. Esta vez sin esa persona, porque hemos invertido mucho y no queremos renunciar a ese sueño.
Lo cual nos lleva a vivir desde la esperanza, la ilusión, el apego, la dependencia o la negación de la realidad. Casi en la visualización de un impulso mágico, que nos permita de un momento a otro, resolver.
Pero en el fondo sabemos que nos decimos mentiras para no terminar una relación que nos hace daño. Viendo cosas que no existen, o dándole a nuestra relación virtudes que no forman parte de nuestra realidad.
Te invito a ver este otro tema: https://rafaelramoscr.com/pareja/vivo-atrapadao-en-una-relacion-dependiente/
Certeza para evitar decirnos mentiras para terminar una relación.
La certeza es el antídoto de la incertidumbre. La certeza debe construirse, no en el marco de una interpretación, sino de una descripción de la realidad.
Es decir, es tener la capacidad de visualizar objetivamente las situaciones que hoy nos mantienen en una situación de disfuncionalidad. Con un enfoque realista, poder determinar hasta dónde efectivamente es viable o no resolverlo.
La certeza, es asumir la realidad tal y como ésta se presenta. Utilizar los hechos como una norma de análisis, para tomar decisiones sin lugar a dudas.
Si al ver la realidad, nos damos cuenta de que las cosas definitivamente no funcionan, lo que toca es tomar decisiones. Desde un enfoque realista, evitando caer en mentiras para no terminar una relación que nos hace daño.
La convicción.
Cuando tenemos certeza de los hechos. Hemos visto desde todos los ángulos posibles la posibilidad de sostenernos en la relación, y esta realidad es incompatible con la estabilidad emocional, a realización y la construcción de bienestar. No podemos caminar por la vida bajo el esquema de decirnos mentiras para no terminar con una relación que nos hace daño. La realidad nos dice que es una relación que tiene una serie de componente que no nos dan esperanza.
La convicción, es poder llegar a conclusiones claras y objetivas, del por qué hoy sé que las cosas no funcionan. Es asumir que no hay posibilidad de cambio, en el tanto hay muchos procesos desgastados, por tanto toca tomar la decisión de avanzar.
Es visualizar algunos elementos como estos:
- La comunicación se ha deteriorado.
- Hay resistencia al cambio.
- No se implementan soluciones.
- La motivación para quedarse es el miedo, la dependencia o cualquier otra motivación que no necesariamente tiene que ver con el amor.
- Hay una estructura cíclica de complicaciones, qué lejos de resolverse tienden a agravarse con el paso del tiempo.
- Alguno de los dos o ambos, simplemente se sienten desenamorados y la motivación para estar es un no sé, paralizante.
Es decir, la convicción surge de la certeza. Ésta elimina las esperanzas ilusas. Nos pone frente a un contexto de realidad, que nos debe llevar a la toma de decisiones.

La constancia.
Supone tener certeza de la realidad, además de movernos desde la convicción. Es decir reconocer que continuar, podría ser más doloroso que darse la oportunidad de reorganizar la vida, con una persona que no aporta nada al cambio.
Acá, es donde surge la constancia. Es decir tenemos que tomar una decisión e implementarla, para buscar la resolución, de este ciclo disfuncional, que nos mantiene atrapados en un círculo de insatisfacción. Esta es la vía para poder terminar con una relación que nos hace daño.
Tener certeza y convicción, nos lleva a desarrollar constancia. Implica en incorporar a nuestra vida, una visión clara, a veces dolorosa, quizá en ocasiones cargada de miedos y contradicciones. Porque sí, éstas emociones existen cuando hay resistencia al cambio.
Pero, hay que sacar con conclusiones firmes, que no estén sujetas a los fluctuaciones emocionales, que carecen de fundamento, o están asociadas a muchas cosas, por ejemplo, caprichos emocionales de uno, o ambos, que nos hacen enfrentar la vida desde evasión.
Tomar conciencia, ser consistentes, coherentes, respecto a la realidad que vivimos. Es la única forma de desarrollar una visión de desarrollo, que sea liberadora para salirnos de este círculo vicioso, en el que nos decimos mentiras para no terminar con una relación que nos hace daño.
El objetivo de una decisión.
Fundamentalmente es poder salir de una zona de insatisfacción, para crear nuevos escenarios emocionales, que nos permitan una mayor realización. Ciertamente, ante cualquier problema, la primera estrategia será:
- Analizar.
- Dialogar.
- Observar.
- Implementar.
- Asumir.
- Comprometerse al cambio
- Reconocer.
- Modificar
- Perdonar.
Todo esto, para abrirse y evaluar posibilidades de cambio, para que estos procesos de toma decisiones, estén orientados a la resolución de todo aquello que nos mantiene atados al dolor.
No obstante, cuando en la vida, nos damos cuenta que definitivamente se agotó la relación y el amor, no es la motivación. Sino que nuestra decisión de estar o no, se sujeta a motivaciones distorsionadas, para evadir la toma decisiones, simplemente no se puede seguir.
Acá ,no estoy hablando de qué vamos a tirar la toalla, por cualquier problema. Pero cuando no hay disposición al cambio para: Sanar, Crecer, Resolver, Disfrutar, en definitiva “estar bien”.
Hay que cuestionarse el por qué, vamos a vivir o permanecer atados por mentiras que nos decimos para no terminar con una relación que nos hace daño. Simplemente, esto, nos pone en una frecuencia de conflicto con otra persona y con nuestro propio ser.
Permanecer en la disfunción no es una opción.
El reto fundamental que tenemos, en este tipo de procesos es: Implementar soluciones, que nos permitan realización.
Pero si tenemos la certeza, la convicción y nos hemos dado cuenta que efectivamente no hay un proceso de cambio, que permita una relación sólida. Cuyo eje central sea la realización personal y el disfrute de ambos. Simplemente no vamos por buen camino.
Un elemento importante, es sanar heridas emocionales, te dejo este video por acá, con la colega Claudia de Angelis, de Argentina.
¿Qué te decís a vos mismo?
Este es un componente psicológico central, para la toma de decisiones. Nuestro diálogo interno, no puede estar sostenido por la justificación, la evasión, el miedo o pretender la implementación de soluciones mágicas.
Llega, un momento, en el que si la búsqueda de la realización personal, no es un tema de dos. Por la razón que sea, simplemente estamos en frecuencias incompatibles, con el desarrollo de una curva de estabilidad emocional.
Vivir bajo el esquema de mentiras que nos decimos pero no terminar con una relación que nos hace daño, sólo agudiza el dolor.
- Esto nos aleja del afecto sano.
- Crea distancias vacíos y silencios, que no nos van a llevar nunca a una posición de desarrollo.
- ¿Por qué? Bueno, no estamos partiendo de la realidad, sino de una interpretación cargada de dolor, angustia, miedo, contradicción.
Esto no va a generar un buen resultado. Es ahí donde estamos llamados a hacer un alto en el camino. No para tirar la toalla de un momento a otro, sino para darnos cuenta que sólo tiene sentido estar con alguien a partir de sentirnos realmente plenos y felices.
No es sencillo.
Terminar una relación, es algo que no se desea en la vida. Nadie proyecta una vida en pareja, esperando el momento final. Todo lo contrario, proyecta una historia de crecimiento y satisfacción.
Pero, cuando le realidad dicta otra cosa, es un acto de respeto personal y a la vida del otro u otra ,reconocer que no funcionamos.
- Tomar decisiones, sin lastimarnos.
- Siendo realistas, para no autoengañarnos.
- Abiertos a la esperanza.
- Perdonando todo aquello que no logramos resolver.
- Haciendo un buen análisis.
Todo esto, para soltarnos, para no seguir atados a un proceso insatisfacción, que a la larga no solo afecta tu vida en pareja, sino que afecta muchas esferas de tu vida.
Posibilitar un cambio efectivo y real, nos hace crecer, pues no se termina para sufrir, se termina para crecer, perdonar, aprender. Pero sobre todo, reescribir nuestra historia, esta vez con mayor sabiduría emocional.
¿Vos estás ahí? Quizá sea momento de dejar de decirnos mentiras paro no terminar con una relación que nos hace daño.
En una primera etapa cuestionar, si efectivamente lo podemos resolver. Si la realidad nos dice que no, entonces optemos por el camino de la realización personal, con un amplio sentido de justicia y perdón. Para luego tomar decisiones sanas, darnos la oportunidad de organizar nuestra vida libre de miedo y contradicciones.
Les quiero dejar esta nota por acá de un blog, muy interesante: https://mejorconsalud.as.com/como-terminar-una-relacion-de-pareja-de-modo-saludable/
Dr. Rafael Ramos
Oficina: 2290-1383.
WhatsApp 8881-1304.